Cómo organizar una fiesta friki sin «perder vidas» en el intento

Botones de muestra...
Botones de muestra…

El segundo fin de semana de julio fue el cumpleaños número cuatro de mi hija y lo celebramos en mi departamento. Fue duro organizar todo solo, pero yo quise que así fuera. Sería friki y con mí estilo. El motivo de este año: Pikachu de «Pokémon«. Sí, lindo, me gusta la serie, pero habían hasta posavasos cuando yo la veía -hace más de diez años- hoy no existe nada de cotillón de ese tipo. ¿La solución? Sencilla… en teoría: mandar a hacer todo y/o harta creatividad. El problema era… en quién confiar.

Partí organizando con tres vidas, como en todo videojuego clásico, veremos con cuántas me quedo al final. Lo primero en una fiesta de cumpleaños es la decoración del lugar. Todo en azul y amarillo, aunque más tarde tuve que agregar el rojo (de las pokébolas) para complementar. Así en un par de librerías / tiendas de cotillón en Meiggs encontré platos de plástico amarillos, tenedores y bolsas para dulces azules, servilletas y vasos rojos junto a bombillas color Pikachu. También globos azules y amarillos más cinta de papel celeste. Sí, fallé en esto último porque realmente quería la misma combinación de colores, pero nunca la hallé todo en uno. Por separado eran muy extensas para el pequeño lugar que cubriría. Con eso listo después me fui a una galería artesanal en metro Los Héroes: ahí recordaba que vendían stickers de «Pokémon» originales y muuuuy baratos. Venían más de 200 por mil pesos. Sí, leíste bien: por luca. Al final hasta a los vasos térmicos -para el chocolate- le pusimos stickers ad hoc. Hasta ahora mantengo mis vidas: 3/3.

También imprimí posters en SOS Anime Store en el Mall Chino de Alonso de Ovalle en excelente calidad y por buen precio. De hecho, el dependiente me rebajó el costo por mandarle a hacer un número importante. Ojo ahí.

Para dulces me fui al supermercado coreano E Mart, en el mall Santa Filomena de Patronato donde conseguí «peperos infantiles», los clásicos para grandes y una galletas con formas de koalas la que su caja hexagonal sirvió inclusive para guardar las sorpresas. Jugos en botella también me traje de allí. Debo señalar que me encanta ese lugar: es como estar en un dorama.

Luego venía otra cosa fundamental: la piñata. Cuando uno va a las tiendas de cumpleaños por el cotillón temático está todo listo, pero no es el caso. Me sumergí en Facebook y busqué quién podría ser la empresa o persona indicada para este trabajo: desde siempre, en este tipo de cosas hemos sido bien perfeccionistas, me refiero a cuando organizábamos con la madre de mi hija; cosas que mandábamos a hacer no quedaba como habíamos pedido y ese era mi miedo ahora. Aunque no muy convencido, tras mi búsqueda, le encargué a «Charly Creaciones» que la hiciera con una imagen de Pikachu que le pasé como base. Vi sus trabajos anteriores y tuve que tomar el riesgo, no quedaba de otra. Además, tenía que ser con el nombre de la beba al estilo del logo de «Pokémon» y que el personaje no perdiera la expresión en su rostro puesto que los reproduce en goma eva.

Paralelamente mandé a hacer un gorro de polar -de Pikachu, obvio- por descarte con «Walo & Waldo: Poketienda y accesorios«. Nunca fueron los que más me convencieron, pero las opciones se me acababan ya que fueron los únicos que respondieron de los mensajes que envíe y cuando iba a algunas tiendas físicas nunca encontré al que los fabricaba, solo intermediarios.

La reina de la fiesta

Esa es mi hija, pero nada hubiese sido igual sin una torta con el rostro del personaje en cuestión. Este era el mayor de los desafíos. Años anteriores siempre, pero siempre quedamos disgustados, molestos y estresados por este tema. Primero quise buscar por la web y por Facebook otra vez, pero fue infructuoso. Como estaba metido en la Friki Feria de las Pulgas -donde compré las sorpresas respectivas y el Pikachu-espanta cuco de McDonald’s- decidí postear lo que necesitaba. Allí di con el lugar preciso: me dije, «si Bianca y su tienda -llamada «Mostacillas«- no pueden hacer el pastel soñado para esta fiesta, entonces nadie podrá».

Así se la encargué vía transferencia bancaria, muy inseguro de la forma, pero así no más era. La pedí para 25 personas con el mismo rostro del personaje que le envié a la persona de la piñata. No hice lo mismo con la imagen que envié para el gorro, detalle que me pasaría la cuenta más tarde.

Dejo galería con fotos y luego verán con cuántas vidas quedé…

Lo bueno, lo malo y lo feo

El orden no altera el producto. Dentro de lo feo: ¡nunca vayan a buscar una torta en metro! Pasé minutos de terror impidiendo que me la botaran y para peor en hora punta XD Pero lo más feo de todo fue el gorro. O sea la expresión del Pikachu sonriente estaba -sí, en esa que me equivoqué al enviar- pero las costuras sobre los ojos y la boca no me gustaron para nada. Muy simpáticos en el trato los chicos que confeccionaron el gorro de polar, pero no quedé satisfecho con el producto. Una vida menos ;-(

Seguimos con lo malo: si eres una tienda por Facebook tienes que estar en el chat para responder a consultas de tus clientes y el administrador de «Walo & Waldo» brillaba por su ausencia. De hecho tuve que pedirles un número de teléfono para poder tener contacto fluido con ellos. Por último señalar horario de atención como lo tiene la chica de las tortas. A otra hora no contesta el celular, lo que me parece ideal. Este importante detalle me quitó media vida. ¿Es eso posible? Sí, es mí juego xD

Con la otra vida y media que resta me toca reseñar la piñata y la torta. La noche anterior al día de la entrega, Cata de «Charly Creaciones» me mandó un mensaje vía chat de Facebook: «Ojalá te guste», más dos fotos del trabajo terminado. Realmente fue un alivio. Pikachu sonreía y realmente se parecía mucho al modelo y las letras eran soñadas. Aparecen también unas bolsas estilo pokébolas que le encargué además y quedaron fantásticas. Mi agradecimiento y respeto por el cariño que le pone a sus trabajos. Te recomendaré por todos mis amig@s, conocidos y más allá.

Finalmente, llegó el día de ir por la torta. Estaba ansioso – nervioso… cuando me reuní con Bianca, con quien sólo había hablado por teléfono, como que me tranquilicé. Se veía segura de haber hecho un buen trabajo. En esa charla telefónica le hice hincapié en que necesitaba que se pareciera lo más posible pues era fundamental. Al verla por un lado quedé asombrado, hasta las orejas estaban hacia los lados solicitados y los ojos y la sonrisa eran perfectos. Cuando ya la vi en casa, más me convencí que fue una excelente decisión y al comerla, otro gusto más pues estaba deliciosa: comprobado por mí y por los invitados además. Que incluso las niñas la hayan degustado, habla por sí solo. «Mostacillas» es otra de mis recomendaciones. Sin lugar a dudas los pasteles de Bianca son notables. Aplausos por tu trabajo.

Así me quedé con mi vida y media. La fiesta salió increíble. Mi hija lo pasó muy bien. Le gustó el gorro aunque no a mí, lo reitero. Amó la piñata, la que no destruimos, no fuimos capaces y quedó maravillada con la torta. De hecho se comió una oreja ella sola XD Así sobreviví a organizar una fiesta de cumpleaños friki. Ojalá a otros les sirvan estos consejos y recomendaciones. Dulces abrazos para todos.

9 comentarios en “Cómo organizar una fiesta friki sin «perder vidas» en el intento”

  1. Hola. Me sirvio mucho tu post y me encantó mi hijo quiere un cumpleaños pokemon y me complico toda jaja. Me podrias decir los.detalles de donde compraste los.sticker en los heroes. Y tienes el.link o contacto de la persona que te hizo la torta y las bolsas. Pleaseee

    1. Hola, me alegro que te haya servido. Los links están dentro del texto. Mostacillas se llama la tienda de la torta y respecto a los stickers. En Alameda, casi esquina San Martín, si mal no recuerdo hay una galería del mismo nombre. Dentro a mano derecha hay una tienda donde venden cartas de Mitos y Leyendas y cosas de ese estilo, allí los venden, espero que todavía sea así. Saludos y éxito con el cumple!

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